3erPolo
Socialismo: El régimen de la escasez |
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Tiene razón el ministro Jorge Giordani.
El socialismo no solamente se funda
a partir de la escasez. El socialismo
es el régimen de la escasez.
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En 1998, el Estado venezolano
era el dueño del 70% de la propiedad no residencial existente en el país, es decir, aquella que se destina a la producción
y generación de bienes y servicios (la que no incluye a los activos inmobiliarios que sirven de residencia a sus dueños).
En el año 2008, el Estado elevó ese porcentaje a más de un 80%; en consecuencia, el sector privado en Venezuela sólo tiene
en su poder menos del 20% de la propiedad no residencial asentada en nuestro territorio. En 1998, el gasto público consolidado
del Estado representaba el 25% del Producto Interno Bruto nacional y en el año 2008 este gasto constituyó el 40% del PIB.
En 1998, el 73% de las divisas que ingresaban al país eran propiedad del Gobierno a través de Pdvsa y otras empresas estatales
con vocación exportadora. En el año 2008 el 95% de los ingresos externos de la nación (es decir, los dólares) se concentraron
en manos del Estado. En 1998 la nómina de personal al servicio del sector público estaba en 1.500.000 personas. En el año
2008 esta cifra se elevó a 2.500.000 (el sector estatal pasó de emplear un 15% de la población económicamente activa a un
20%). ESTADO Y PROPIEDAD Sustentado en el control
patrimonial y monopólico que ejerce sobre la renta petrolera, el Estado venezolano es propietario mayoritario de acerías,
cementeras, compañías de almacenaje en frío, centrales azucareros, industrias lácteas, complejos de fabricación de aluminio,
industrias extractivas de hierro, bauxita y otros minerales, Cavim, Edelca, Cadafe, Electricidad de Caracas, empresas de suministro
de agua, de gas, de distribución y transporte de combustibles, estaciones de servicio, empresas papeleras, de válvulas, de
producción de pasta de tomate, de bancos, líneas aéreas, hoteles, flotas autobuseras empresas de telefonía básica y celular,
canales de televisión, de radio, de silos, hatos, fincas y haciendas. Todo este inmenso poder económico
constituido por las empresas mercantiles de propiedad estatal que existen en el país, está en manos de una sola persona, el
Jefe del Estado o el Presidente de la República como administrador que es de la Hacienda Pública Nacional. El resto, un escaso
20% de la propiedad en Venezuela es de carácter privado y está en manos de millones de compatriotas, que viven de los frutos
que generan esas propiedades, grandes, medianas y pequeñas. El sector privado en nuestro
país emplea al 80% de la población económicamente activa y el sector público al 20% restante. El dueño del 80% de las propiedades
y la riqueza en Venezuela, emplea a menos de 3 millones de personas, mientras que los dueños del 20% de las propiedades no
residenciales asentadas en la nación, emplean y dan sustento a 9 millones compatriotas, tanto en el sector formal como en
el informal. Como vemos, a través de la propiedad privada se logra una mucho más eficiente asignación de los recursos en la
sociedad al punto de que, apenas constituyendo un 20% del total de la propiedad y de los bienes materiales existentes en el
país, sin embargo permite que sea fuente de sustento para el 80% de los venezolanos. Ante esta realidad nos asaltan dos preguntas:
¿como sería Venezuela si la relación entre propiedad pública y privada fuera inversa a la que existe hoy? ¿No habría mayor
oferta de puestos de trabajo y empleos mejor remunerados? A pesar de ser muy ineficiente
en la asignación de las oportunidades económicas entre la población, el Estado venezolano, al concentrar tan impresionante
cantidad de riqueza, sí tiene a su alcance una gigantesca capacidad de avasallamiento sobre la sociedad. El sector estatal
en Venezuela ejerce control patrimonial sobre una inmensa mayoría de medios productivos, lo cual le permite tener autonomía
funcional respecto de la sociedad. Esta relación Estado, economía, sociedad, permite que los gobiernos controlen la base material
del país, es decir, la riqueza, y el que controle la riqueza controlará a la gente. El Socialismo , por definición,
es la destrucción sistemática y sostenida de la economía privada. No estamos hablando sólo de la propiedad privada, sino de
todo el sistema productivo y de intercambio comercial a partir del cual los ciudadanos pueden, independiente y autónomamente,
crear las condiciones materiales que les permita disponer de los medios económicos suficientes para su bienestar y el de los
suyos. Esta labor de destrucción
de la economía privada requiere de tiempo, aunque no tanto del que se necesitó para crearla, ni del que se necesitará para
reconstituirla. El Presidente Hugo Chávez logró el domingo 15 de febrero, convencer al 54% del país para que se le permitiera
tener la opción de disponer del tiempo suficiente para concluir la obra que inició hace 10 años, la cual consiste en demoler
, sin prisa, pero sin pausa, la base material que permite todavía a millones de venezolano ser independientes frente a los
designios de poder del Estado y que también lo puedan seguir siendo sus hijos. COMO DICE
EL MINISTRO GIORDANI A casi dos meses de su triunfo
en el referéndum sobre la enmienda constitucional, Chávez cumple con su promesa de proseguir con el avance de su modelo socialista.
Las recientes medidas de intervención gubernamental en plantas procesadoras de arroz, junto a los anuncios sobre la creación
de cupos de producción mediante los cuales a los empresarios de áreas sensibles del sector de alimentos se les establece la
cantidad que deben producir de determinado tipo de producto, ponen en evidencia hasta dónde pretende llegarse en el proceso
de trituración de la economía privada. Pronto estaremos en presencia
de mayores y más severos controles y de anuncios intervencionistas con un claro tinte confiscatorio. A los industriales el
Estado les indicará qué, cuánto, como y dónde producir, junto a quién y a qué precio vender su producción. De seguir así pasaremos
del control sobre la producción, al control sobre el consumo, es decir, al racionamiento. Tiene razón el Ministro Jorge Giordani
cuando dice que el socialismo se construye a partir de la escasez. Sin embargo, el alto funcionario se queda corto. El socialismo
es más que eso, el socialismo es el régimen de la escasez. De esta manera, cada medida
gubernamental destinada a interferir sobre el sistema de precios y de libre empresa mediante la aplicación de controles y
regulaciones, derivará rápidamente en la necesidad de aplicar otras muchas medidas más, de igual naturaleza y de carácter
complementario, hasta llegar a un punto de no retorno: la total socialización y estatización de la economía. Todo esto traerá destrucción
de riqueza, desaparición de empleos productivos, escasez, desabastecimiento y desde luego inflación. Bienvenidos al socialismo
del Siglo XXI. LAS PREMONITORIAS
PALABRAS DE USLAR Tal vez sea indicado en este
momento recordar las palabras de Arturo Uslar Pietri, pronunciadas un 28 de octubre de 1938, es decir, hace más de 70 años,
durante la instalación de la Escuela Libre de Ciencias Económicas y Sociales: "Resulta absolutamente bizantino ponerse a discutir
sobre la conveniencia de que el Estado intervenga o no en nuestra vida económica. El hecho es que el Estado interviene y está
interviniendo en nuestra vida económica, porque nuestra vida económica no es sino un reflejo de la riqueza del Estado." |
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