3erPolo
No a la Ley Cabeza
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Repartiéndose un bolsillo roto La Ley de Hacienda Publica Estadal, que vienen rodando por el
complejo mecanismo parlamentarios desde 1991, de pronto presenta una nueva cara. En la practica se eliminaría el FIDES raspado
de olla- y se eliminarían transferencias de recursos del IVA a los Estados. Esto obviamente implica concentrar los actuales
impuestos internos en el gobierno central, y reducir los compromisos específicos de transferencia cuyo repetido incumplimiento
es un problema acumulado- pero se compensa a los gobernadores con unos nuevos impuestos estadales a las ventas, y la autorización
de contraer deuda interna que se había eliminado en el proyecto de 1991. Financiamiento bancario interno o externo- nunca le a faltado a ningún gobierno por local que sea, de hecho la deuda de los estados fue el detonante
de la ultima crisis fiscal en Argentina, por ello autoridad para endeudarse es deuda nueva. Y las deudas de los gobiernos,
las pagamos por una u otra vía los empobrecidos ciudadanos, a los que adicionalmente nos cobrarían esos nuevos tributos estadales
que se sumarian a la ya insostenible suma de impuestos extras que una mayoría empobrecida elude por necesidad, y unos pocos
por oportunidad. Inventar nuevos tributos estadales cuando los Municipios no
han mostrado capacidad real de cobrar el grueso de los suyos a la ciudadanía, es administritavamente absurdo, intentar cobrarlos
en medio de contracción económica enorme es simplemente ridículo. Viva la Federación Bueno seria ver que la autoridad tributaria de los estados y
más aun de los municipios- sale de una reducción de la del gobierno federal. Federalismo es menos poder en el centro, mas
en las regiones, y eso en el ámbito fiscal significa mas impuestos cobrados y administrado por las regiones y menos por el
centro. Muy diferente es mas impuestos cobrados por ambos, eso no es federalismo, es simple crecimiento desordenado de tributos
que van contra la población. El verdadero problema fiscal de Venezuela es muy parecido en
los Municipios, los Estados o el Gobierno Federal... No hay suficiente plata, y no hay de donde sacarla. Si no se están cobrando
los impuestos existentes, de poco sirve crear nuevos, porque los impuestos solo se cobraran con significativa eficacia, cuando
sean pocos y bajos. Mientras mayores son las tasas y mayor él número de tributos, mas es la complejidad practica de cobrarlos,
y mayor es el benéfico de no pagarlos. En tales circunstancias lo de menos es si serán cobrados por uno u otro nivel del poder
gubernamental. Tampoco sirve de mucho que una Ley de Hacienda Publica Estadal fije niveles muy parecidos de tributo alguno
que deba ser regional. La gracia del federalismo a fin de cuentas esta en la posibilidad de tener importantes diferencias
entre los gobiernos dentro de un mismo país. La ley Cabeza nos es en nada federal o descentralizadora, es
simplemente más de lo mismo. Lo de fondo En realidad la creciente crisis fiscal venezolana no mejoraría
significativamente si federalizamos la tributación aunque seria un paso en la dirección correcta- porque la totalidad de los
gobiernos regionales venezolanos repiten a su escala el gran problema nacional. El problema de fondo es que el Estado esta
distrayendo la mayoría de los recursos en actividades que no le son propias y desatendiendo aquellas que nadie mas puede adelantar.
Mal puede pretender asegurar la educación o la salud un Estado que ni siquiera tiene suficientes policías, que es lo que pasa
a todo nivel- en nuestro Estado. En general se acepta que la seguridad y la administración de
justicia sólo pueden ser prestadas por gobiernos. Las empresas sólo pueden prestar eficientemente servicios de los que el
excluir a quien no los paga, no daña al pagador. Eso es impracticable por un ejercito, una policía o un tribunal. Luego tenemos
obras publicas, como caminos o cloacas, que parecen entrar en mayor o menor grado en la misma estructura de costo beneficio
y ahí esta la razón de ser del Estado, su función básica e irrenunciable. Sin seguridad externa e interna, tribunales y obras
publicas indispensables no hay Estado. El problema del socialismo es que pretende demasiado, no se
puede ser juez y parte, y no se puede hacer todo al mismo tiempo. El Estado es más eficiente en ciertas cosas, y la ciudadanía
en otras. Por eso los estados del bienestar quiebran uno detrás de otro, esas sociedades contaban con recursos acumulados
para desperdiciar en sus experimentos de ingeniería social... y los experimentos
duran lo que los recursos, con mas o menos costos humano, dependiendo de lo democrático, autoritario o totalitario de cada
caso. El problema del socialismo subdesarrollado es que sin contar ni siquiera con los mínimos recursos del estado guardián
nocturno que pedía el liberalismo clásico (gracias al que otros acumulan capital) se han dedicado montar un estado del bienestar
que en nuestro caso nunca lego a despegar. Nota del hombre nuevo La más poderosa de las viejas doctrinas del colectivismo estatista
fue, sin duda, el Marxismo. Y es en sus vertientes practicas de Leninismo, Estalinismo y Maoísmo, donde encontramos la verdadera
pero impracticable- solución de los problemas de la construcción del paraíso socialista. Se construirá un hombre nuevo, cuya
humana naturaleza seria diametralmente diferente a la que nos ha movido desde el paleolítico.
Las hormigas y las abejas son socialistas, su naturaleza les permite construir y administrar eficientemente sociedades
complejas y acumular capital sin ningún beneficio individual. Cambiar la naturaleza humana en naturaleza hormiga a sido imposible,
por eso es que todos los experimentos estatistas mueren en medio de una terrible corrupción.
Aumentar los tributos y las deudas estatales en estado que ni siquiera logra cobrar los tributos, es un síntoma mas
de un problema de fondo que hay que atacar y resolver en todos los frentes. |
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