3erPolo
Cinco años en la Balanza: Niños de la calle, deudas de Tobías y azúcar de MERCAL
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La publicidad electoral del
gobierno (con miras a las recolecciones de firmas y a los posibles referéndum) presenta una serie de logros para defender.
Viviendas Populares, MERCAL, Barrio Adentro, Planes Bolívar, Rivas, Sucre, etc. Que podríamos dar por ciertos y excelentes,
dentro de la mentalidad estatista y colectivista que nos gobierna hoy. Digamos que la revolución bolivariana tiene los más
amplios y comprehensivos programas sociales que ha conocido esta república, y
no detallemos las espantosas deficiencias que existen en la salud y la educación públicas, olímpicamente flanqueadas por dichos
programas. La cosa es que para evaluar un gobierno que tiene ya cinco años en el poder, tenemos que ver el resultado neto
de tan largo período y no sólo lo que nos presenta la administración como sus
presuntos logros. CINCO
AÑOS EN LA BALANZA En los cinco años de la presente
administración la deuda pública ha crecido desordenadamente, el PIB ha caído al menos un 26%, el gasto público deficitario
se ha expandido más que nunca, el consumo de alimentos básicos ha disminuido,
el ingreso real de la población se ha desmoronado y la participación directa del Estado en la economía se ha incrementado
dramáticamente. Somos más pobres y estamos peor alimentados, en una economía que se contrae, mientras los precios del petróleo
se mantienen consistentemente altos. Ante eso, los programas sociales que tanto reclama el gobierno como logro... son poco
más que un par de sacos de tierra intentando contener al diluvio universal. Al colocar las cosas en la balanza, hay que considerar
que el que el que rompió los diques con su desastrosa política fiscal y monetaria, es el mismo que ahora presenta sus escasos
saquitos de tierra, claramente superados por la inundación de pobreza, como su mayor logro. CUARENTA Y CINCO AÑOS EN LA
BALANZA Se bien que la cuenta no
da eso. Pero lo que sumo son los años de este gobierno, con los que el ciudadano presidente acostumbra asignar al pasado de
espanto que tantos dividendos políticos le ha dado. Pues en esos 45, que en realidad son unos cuantos más, lo que han ocurrido
son dos cosas. 1) El
Estado ha dejado de lado sus funciones irrenunciables, dedicando cada día menos recursos y atención a la seguridad, la justicia
y las obras públicas indispensables, para montar y administrar empresas ineficientes que van del petróleo hasta los abastos.
Pero no sólo eso, también financia este Estado, desde las bellas artes hasta y la educación superior, hasta la cultura
popular, el deporte, la investigación científica y la bailoterapia. Como resultado, no tenemos suficientes cárceles, tribunales,
y policías. Pero nos sobran los dirigentes estudiantiles de universidades nacionales, que se pasean en camionetas de lujo
compradas con los recursos que se debieron usar en sacar niños de la calle. El que ahora esos zánganos sean del partido
de gobierno, es una simple muestra de que todo lo malo del pasado, en materia de malos manejos de los recursos públicos, ha
seguido empeorando sistemáticamente bajo esta administración. 2) El
principal ingreso del estado venezolano es el impuesto que se cobra al sector petrolero. Antes de que dichas industrias fueran
estatizadas y se creara PDVSA, ese impuesto estaba en ordenes del 54,6%, ahora está en ordenes del 23,6%. Y la razón de fondo
de esto es un desmedido incremento del gasto burocrático incontrolado de una industria que cada día acumuló mayores ineficiencias,
junto con la esquizofrénica política de restringir la producción para sostener precios altos, al tiempo que se invierte en
aumentos de producción de algo que no se piensa explotar. Las dos cosas siguen
intactas. Los dos botones para verlo, son las campañas institucionales de propaganda que PDVSA le paga a este gobierno,
como a los anteriores. Aunque nada tiene eso que ver con el negocio petrolero. Y el virtual cierre de la producción del
único producto fuera de cuotas de producción de la OPEP, para invertir 10 veces más capital, en producir algo que
si está sujeto por tales cuotas EN
CONCLUSIÓN Tenemos entonces que el gobierno
no reducirá el gasto público, no mejorará la seguridad y la justicia, seguirá desperdiciando recursos en actividades ineficientes
y superfluas, se financiará con deudas crecientes que luego pagará con devaluaciones inflacionarias, e interferirá en la creación de riqueza con reglamentos y leyes absurdas, que sólo generan más y más corrupción.
Pero también nos venderá algo de pan y arroz baratos, fundará más universidades, y lanzará todo tipo de planes y campañas
de gasto público para enfrentar las consecuencias de su exceso ¿¡de gasto público!?. |
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