3erPolo
El A B C de economía venezolana: Mentiras y verdades de una economía petrolera
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El producto
Interno Bruto per capita de Venezuela cayó 25% entre 1979 y 1999. Esto significa el 25% de la capacidad de compra, de los
ahorros, de la producción... en fin, de la economía de los venezolanos desaparecieron en esos años como producto de las devaluaciones
inflacionarias. En los últimos cinco años, despareció otro 25%. Desde el punto de vista de la población,
nos hemos empobrecido 50% en poco menos de tres décadas... y nos seguimos empobreciendo. Es algo que hay que revertir, y hay
que revertirlo de inmediato. Y no es tan difícil, después de todo Venezuela creció más de 7% anual entre los años 30 y el
principio de los ´70. Creció más en los 40 que en los 50, y más en los ´50 que en los ´60, en los ´70 comenzó la población
creció más que la economía, (y como consecuencia de los desastres de los 70) sólo en los ´80 comenzó la caída por el despeñadero
del empobrecimiento PETROLEO EN VERDADES PURAS Y SIMPLES Hay dos cosas en las que no es difícil ponernos de acuerdo: A- 2 más 2 son 4. Es cierto. No es una opinión personal,
ni una "verdad diferente" de la supuesta "verdad de otro" ni es un asunto circunstancial, es la verdad, pura
y simple. Es 2 más 2 son 4. B- 2 más 2 son 0,1. Es falso, es mentira, es un error. No
se trata de una opinión ni de una "verdad" alternativa. Es falso de toda falsedad. Y por lo mismo es igualmente falso que
2 más 2 sean 21, o 36, o 0,654321, o cualquie3er resultado diferente de 4. Así las cosas, no es difícil coincidir en que hay una sola verdad posible, e infinidad
de errores o falsedades, para cada asunto que tratemos. Que seamos o no capaces de encontrar la verdad, es algo de lo que
podemos dudar, pero no podemos dudar que existe y es una sola. Es por ello que escuchar economistas de magnifica formación académica afirmar que es
necesario ajustar el gasto o crear nuevas fuentes de ingreso fiscal, ya que el petróleo no puede "dar" más es absurdo. Ya
que es difícil aceptar que un economista nos diga que 2 más 2 son mucho menos que 4, pero lo hacen muchos. PDVSA "da" al propietario actual el 23,6% de su factura en impuestos y dividendos.
Cualquier corporación petrolera privada importante paga más de 50% de impuestos, y aún así paga dividendos a sus accionistas.
Las operadoras privadas y extranjeras, previas a la creación de PDVSA pagaban al estado venezolano más del doble del porcentaje
de impuesto que paga hoy PDVSA, y que tiende a seguir bajando. La verdad es que si entregamos a cada venezolano una acción
de PDVSA en propiedad, podemos tener la absoluta seguridad de que la compañía será mucho mejor administrada de lo que ha sido
cuando su único accionista ha sido el ministro de minas de turno. Una petrolera privada venezolana, bajo el efectivo control
de sus accionistas privados, podría pagar los porcentajes de impuestos que paga cualquier petrolera privada del mundo. El
reducidísimo aporte fiscal petrolero representa aún, cerca del 50% de los ingresos fiscales y cerca del 80% del ingreso de
divisas, si dicho aporte se duplica en ingreso fiscal crecería un 33%. Esas son verdades simples. Que no se puede obtener
más ingreso fiscal del sector petrolero venezolano, por el contrario, es falso de toda falsedad. ¿Qué se podría necesitar
de inversiones importantes para que PDVSA fuera tan eficiente como Exxon Mobil o BP? Es lógico y previsible, lo que da otra
razón más para que no siga siendo propiedad de un Estado que ha demostrado su completa incapacidad como accionista y que ya
se ha endeudado, hasta la saciedad, para malas inversiones, dentro y fuera del sector petrolero. VENEZUELA ES MÁS QUE PETROLEO También nos dicen todos los economistas serios que en los períodos de mayor crecimiento
de la economía venezolana, los presupuestos públicos se manejaban con gran disciplina fiscal y monetaria. El dictador Juan
Vicente Gómez pagó completamente la "impagable" deuda externa, y hasta el primer gobierno de CAP, el temor al endeudamiento
y al déficit se mantuvo mal que bien- en el planteamiento y la ejecución de presupuestos. La verdad es que no es bueno que
el gobierno gaste más de lo que le ingresa, y es peor aún que se endeude para hacerlo. Las deudas del gobierno las pagamos
los ciudadanos, con altísimos impuestos... o con altísima inflación. La otra parte del negocio es la disciplina monetaria, Venezuela tuvo una moneda respaldada
por oro y sin inflación por más de 100 años. Dicha moneda fuerte, al existir una industria muy competitiva, como fue y es
la petrolera, implica una tendencia a la especialización, y por ende a la concentración de capitales en ese sector, mientras
se abandonan otros menos productivos. Dicha especialización es descrita por los economistas en términos de ventajas competitivas,
cuando decimos que es mejor que los cirujanos operen y cobren por ello, mientras contratan secretarias que les atiendan
el teléfono y les organice la agenda, aún si ellos mismos fueran más eficientes en ello que la secretaria, ya son mucho más
eficientes como cirujanos que como auto-secretarias. Es fácil ver que resulta mejor concentrase en lo que más produce y comprar
el resto, que tratar de producirlo todo uno mismo. Si tiene Ud. alguna duda, trate de cultivar su propia comida, producir
su propia ropa, y cazar su propia carne. Sin intercambiar nada con otros. Así, es una enorme necedad afirmar que es malo que
la economía venezolana tuviera un grado importante de especialización en el petróleo, y que para evitarlo había que destruir
la disciplina monetaria, quitando recursos del sector más eficiente, para subsidiar los menos eficientes. Así, al
final todos nos empobrecemos. EN RESUMEN El PIB por habitante de Venezuela creció cuando los gobiernos mantenían disciplina fiscal
y monetaria, la economía se especializaba en los sectores más competitivos (en nuestro caso el petrolero) y las industrias
básicas estaban en manos privadas pagando impuestos mucho más altos que los que pagan ahora que están en manos del Estado. De ello, deduce la ciencia económica seria, que la solución para el creciente y acelerado
empobrecimiento, pasa por retomar la disciplina fiscal y monetaria, poner las industrias básicas en manos privadas y pagar
todas las deudas del Estado. Es como decir que 2 más 2 son 4. Decir otra cosa, es como decir que dos más dos son algo diferente
de 4. ¿Es todo lo que hay que hacer? Pues desafortudamente no. Necesitamos más que eso. Necesitamos
un Estado eficiente, capaz de producir seguridad personal y jurídica además de obras públicas indispensables. Pero eso no
lo tendremos sin disciplina fiscal y monetaria además de mayores ingresos fiscales petroleros... así de simple. |
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