3erPolo
3erPolo... 2
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Estatismo de ayer,
pobreza de hoy:
Ayer y hoy, la misma torpeza,
la misma corrupción y el mismo estatismo, son el inevitable resultado del socialismo que nos ha gobernado, y del que nos gobierna.
Y también es inevitable resultado de tal forma de pensar, y de gobernar, que las industrias en manos del estado sean,
año tras año, más ineficientes, y que su propietario gaste, año tras año, más, mientras menos tiene para gastar. Salir
de la receta del fracaso y el empobrecimiento empieza por entender que no hay socialismo sin corrupción. Como no
hay perros que cuiden longanizas, ni lobos que sirvan de ovejeros. Tenemos que distribuir, no
menos del 50% de las acciones de la petrolera estatal, gratuitamente, para cada ciudadano. La administrarán mil veces
mejor que el estado. Y vender el otro 50% para pagar la deuda pública que coloca las finanzas del estado
al borde del colapso.
El Banco Central le dio al
Presidente su millardito . Se lo dio, a la antigua, disimuladamente, bajando el encaje un par de puntos, para que
el dinero que los bancos tenían obligación de colocar en el Banco Central, fuera menos. Tanto como mil millones de dólares. Y
que se presten, para quienes señale el Ejecutivo. Pero, por si fuera poco un millardito, ahora serán dos, dos
que se comentan entre PDVSA y en BCV, que PDVSA pondría "para disposición" del solicitador de millarditos (que ahora
si es jefe en PDVSA) . Que esto causará inflación, ya que
al final de cuentas son dineros que no se transformarían en bolívares para gastarse adentro antes... y ahora sí...
Obvio. La revolución es el pasado con sus manejos de cuarta, pero a la quinta potencia.
Destruir el valor de los
sueldos y los ahorros de la población con la devaluación y la inflación, para financiar un Estado que no es capaz de
meter en cintura al malandraje desatado, el que realmente gobierna en el campo y las ciudades, porque esta
demasiado ocupado en la politiquería barata, la mentira, el reparto masivo de prebendas, el hacerle la vida imposible a la
gente decente y trabajadora con regulaciones inútiles y costosas es el verdadero mega fraude. Y es un crimen
sin castigo del que es responsable la totalidad de la izquierda venezolana, la que gobernó, la que gobierna, y la que aspira
a gobernar mañana
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Para enfrentar esa amenaza
hay que cambiar, y para cambiar tenemos que tomarnos la política en serio. En la realidad que nos ha tocado, debemos luchar
como adultos, porque patalear como niño porque no nos gusta la realidad es perder, de todas, todas. El estatismo nos ha conducido al desastre, pero
la mayoría aún no lo ve. Hay que derrotar el Estatismo en todos los terrenos... Sin eso,
no habrá salida.
Ver articulo completo
Antes
de sonar las campanadas que indican el comienzo de un año eminentemente electoral los candidatos Leopoldo López y
Alfredo Peña comenzaron sus respectivas campañas. En el TERCER POLO eso no nos parece censurable
y más bien es de agradecer que dos gobernantes le devuelvan a sus electores lo que por otro lado les quitan en impuestos.
Hasta allí porque el año comienza con un evento a fecha cierta como son las elecciones regionales y locales y otro
sin fecha definida como son los revocatorios.
Lo deseable pero inexistente sería
un cuerpo dirigente que desde la oposición sea capaz de organizar a la gente para concurrir victoriosamente ante cualquier
eventualidad. Incluso la no deseada -pero posible- de un revocatorio después de agosto. Ver articulo completo
La cosa es que sembrar en actividades subsidiadas,
protegidas, improductivas e ineficientes no es sembrar sino repartir. Repartir es gastar, y lo que nos proponen tirios
y troyanos es gastar más de lo que hay. Eso lo terminaremos pagando todos con devaluación
e inflación y así los que menos reciben son los que más pagan. Ver articulo completo
La promesa de algún
feliz año:
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 Los frutos de la
revolución:
La revolución que se desarrolla en Venezuela es una Revolución (con mayuscula) tan profunda, destructiva
e inhumana, como cualquiera de sus antecesoras, desde los tiempos de Robespiere, o de Cromwell.
Día a día, la revolución destruye las garantías
jurídicas sobre la propiedad. Y sin ellas, desaparecen todas las demás garantías jurídicas en la práctica. La revolución que hoy vivimos, tiene tres capítulos, pero es una. Una
misma y única revolución, desde que insurge con las armas de la traición en el golpe de estado
de 1945, hasta el día de hoy.
El Ministro de Finanzas no
tiene derecho, moral ni político, de demandar por difamación al ciudadano que critique su gestión. Y no lo tiene, porque tras
el, está el poder del Estado. La libertad de opinión, sin la cual no hay Ciencia Económica, ni democracia civilizada,
es más importante que el que alguien se resienta por el tono de una crítica. Y si tal tolerancia es una obligación moral para
quienes de público, tenemos sólo la opinión, es mil veces más obligante, para quien ejerce una función pública. Un ministro,
no puede hacer algo que luzca como un abuso de poder, por el hecho de ser él, el poder, público. El único tribunal al que tiene, no sólo el derecho, sino el deber de acudir, quien maneja las finanzas públicas, es
el de la opinión pública.
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