3erPolo
3erPolo... 6
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La
mayoría de los venezolanos que se sintieron, rabiosos e impotentes, por el abusivo empleo de la reglamentación
de uso del espectro radioeléctrico, en contra de la Televisora Globovisión, no se han sentido afectados por
las claras limitaciones de su derecho de propiedad establecidas en las últimas constituciones venezolanas.
Ese es el punto débil. No habrá
libertad de expresión en Venezuela en tanto el Estado pueda afectar la propiedad de quien tal derecho ejerce y algo
que es tan necesario para la libertad de expresión, como el espacio radioeléctrico, no puede ser un monopolio
del Estado. Si no entendemos eso, nunca seremos libres
Mientras la población ponga
su esperanza la promesa política de recibir algo que otros paguen, tendremos gobiernos de ladrones, elegidos por
cabrones con apoyo de matones eso ya era malo, pero lo que nos amenaza ahora, es el gobierno de los matones, con
apoyo de los ladrones y a costillas de los cabrones. Para detener esa amenaza y recuperar la prosperidad
hay que construir una mayoría liberal libertaria que destruya las leyes y regulaciones estatistas, entregue (por vía
accionaria) los activos mercantiles del estado a la población, y ponga orden el las finazas públicas... y eso apenas para empezar.
Hay soluciones liberales
que pueden funcionar... y hay engaños neoliberales para cazar ingenuos que se desorientan. Para ser serios, hablemos
de acciones para la gente en las empresas como PDVSA y derechos vitalicios intransferibles que cubran desde el subsuelo al
espacio radioeléctrico, eso es una respuesta liberal libertaria... Necesitamos la revolución liberal libertaria que nos ponga en camino a la prosperidad,
no pañitos calientes neoliberales que fracasen y nos dejen peor que antes... |
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Un proyecto de reglamento referendario:
El
espíritu de las leyes que nos demuestra de inmediato si son leyes malandras de inspiración socialista o leyes decentes de
inspiración capitalista. Con leyes
malandras el funcionario puede hacer todo aquello que no esté expresamente prohibido, mientras el ciudadano tiene prohibido
todo lo que la ley no le autoriza. Las leyes decentes limitan al funcionario a hacer únicamente lo que la ley le ordena, mientras
es el ciudadano el que puede hacer todo lo que desee, excepto lo expresamente prohibido.
La mayoría que rechaza al
Gobierno y también gran parte del liderazgo opositor, está pidiendo ideas diferentes a las de quien dijo la
primera vez que se paró en una tarima "hay sacrificar todos los intereses individuales por el bien común, para no caer manos
del castro-comunismo". Triste frase, porque cambiando la palabra "castro-comunismo", por la palabra "imperialismo",
no sólo Hugo Chávez, sino incluso Fidel Castro podía usar la misma frase, y es que no se puede derrotar al chavismo
con sus mismas ideas, porque la mayoría no quiere un "quitate tu pa´ ponerme yo".
El gobierno revolucionario
usará una deuda de 100 millones de dólares, para pagar intereses de otras deudas anteriores. No se requiere de mucha
imaginación para ver lo rápido que crecerá la deuda pública así, sobre todo si se considera que más del 40% del presupuesto
público de este año requiere de "más" deuda para financiarse, y que no están en el presupuesto
muchos de los gastos que anuncia cada semana el ciudadano presidente... pero sin duda se ejecutarán todos.
El crecimiento desmesurado
de la deuda pública y la creciente participación del Estado en una entrabada y sobre regulada economía nos conducirá de nuevo
a un crecimiento artificial con devaluaciones inflacionarias y terminará, tarde o temprano, en un severo
ajuste fiscal. Pero hay dos formas de hacerlo. Se
puede sacrificar a la gente para solucionar los problemas del gobierno y la clase política o se puede sacrificar el Estado
y la clase política para solucionar los problemas de la gente. Lo
segundo es el primer paso de la revolución que necesitamos, la que le dará la propiedad del petróleo a cada
ciudadano para detener la devaluación y el empobrecimiento... porque la que tenemos es una copia de quinta de aquellos gobiernos
de cuarta. |
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El jéfe de la revolución en Venezuela, pone vallas por
todo el país que dicen "Chávez es el pueblo". Es tanto como que el ciudadano presidente nos hubiera
dicho en la misma valla... y por tanto "Chávez es el soberano". Es lo mismo que pensaban, cada cual en sus particulares circunstancias,
Adolfo Hitler, y Luis XIV. Solo que Hitler y Luis
XIV ejercieron realmente el poder soberano... y Chávez no superó las barreras
que se lo impiden... Por ahora...
En el caso de los políticos socialistas venezolanos, el problema es
que pese a tener un gobierno que está en la cresta de la ola de la "nueva izquierda" globalizada.
Pese a que el gobierno es riquísimo y enorme. Pese a que es el gobierno el propietario directo
de la empresa que produce el 80% de los ingresos de divisas y que tiene un aparato burocrático inconmensurable. Son
demasiados los políticos socialistas, y no caben todos en el gobierno revolucionario.
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